La información publicada en este blog proviene de la literatura en medicina alternativa y complementaria, de páginas web especializadas, así como de experiencias propias en consulta. Ninguna recomendación debe tomarse como una prescripción, y se recomienda consultar con un profesional de la salud en cada caso particular.
Tenemos en general consciencia de la importancia de la respiración en el bienestar, para la buena oxigenación de los tejidos, pero también para la gestión del estrés. Sin embargo ¿sabemos respirar bien? Aquí os dejo una guía fácil sobre cómo aprovechar al máximo el aliento de la vida.
Hace algún tiempo escribí un artículo sobre el rol de la respiración en la fisiología humana, así como su significado en las diferentes culturas ancestrales, que le otorgan una dimensión mayor que la puramente física.
Para complementar esta información, os explico en estas diapositivas, de manera más gráfica, la diferencia entre los diferentes typos de respiración y la manera de realizar correctamente la respiración diafragmática.
Recuerdo que, hace muchos años, en los albores de mi camino en el mundo de las terapias naturales, asistí a un taller de abrazo a los árboles, en una de las primeras ediciones del Día de la Tierra en Barcelona. Apretando entre mis brazos un hermoso tronco del parque de la Ciutadella, cual pequeña koala, sentí que él me correspondía, y la experiencia me llenó de bienestar. Lo que no sabía en aquel momento es que había asistido a una sesión de Silvoterapia.
Bien sabemos que los vegetales producen oxígeno, por lo que son esenciales para la vida de todos los seres. De hecho, y corroborando la teoría de signaturas de Paracelso, no es de extrañar que la forma de los árboles reproduzca fielmente nuestro sistema respiratorio, que vehiculiza una de las constantes vitales de nuestra existencia. Ya dediqué un artículo hace algún tiempo al papel de la respiración en la salud humana, y al interés de respirar conscientemente, para lo que existen técnicas sencillas como la respiración diafragmática. La importancia de esta función fisiológica ya fue descrita por Hipócrates o por santa Hildegarda de Bingen, y ambos remarcaban la necesidad de acercarse a la naturaleza para mantener la salud.
Sin embargo, más allá de asegurarnos el aliento, esencial a la vida, y de aportarnos iones negativos, necesarios para nuestro bienestar, la Silvoterapia (del latín "silvo" bosque o selva), describe los efectos beneficiosos que los bosques ejercen en las diferentes dimensiones del ser humano.
Psicológicamente, un paseo entre pinos, abedules, abetos o robles, puede aportarnos inspiración, pues inhalamos aire puro que oxigena nuestro cerebro, pero también las ideas que flotan en el aire puro de una floresta, hogar de hadas, musas y duendes.
A nivel emocional, los árboles, a menudo centenarios, han visto pasar la historia y quizás por ello estén llenos de esa compasión que nos transmiten.
Espiritualmente, qué más simbólico que un árbol, que surge de las profundidades de la tierra para elevarse hacia el cielo, alcanzando, en ocasiones, la eternidad, además de conectarnos con nuestros ancestros.
Ideal para la gestión del estrés, el senderismo es una práctica que puede realizarse a distintos niveles, desde un paseo por el parque de nuestro barrio el domingo por la tarde, hasta los novecientos kilómetros del camino francés de Santiago. Puede darnos un poco de pereza, pero una vez que arrancamos, nunca nos arrepentimos y siempre acabamos preguntándonos porqué no lo hacemos más a menudo. Sólo hay que lanzarse, pues sumergirse en un "baño vegetal" puede ser tan preventivo de enfermedades y promotor de la vitalidad como el mejor de los suplementos.
Aquí os dejo algunos de mis bosques favoritos, ¡buen camino!